Atenciones especiales a tener en cuenta en Sancti-Petri

En este apartado quiero detallar algunos aspectos donde debemos tener especial atención y cuidados y no sólo por los barcos que nos rodean, sino por las características especiales que tiene Sancti-Petri al ser, como ya he dicho, el embudo por donde sale o entra toda el agua que inunda la marisma, formando las corrientes tan fuertes y los remolinos que a veces nos sorprenden.

Antes de salir a remar, debemos tener la precaución, por no decir casi la obligación, de consultar las tablas de marea, saber a qué hora es la pleamar o bajamar y el coeficiente de marea. A partir de aquí podemos planificar nuestra ruta. Como ya dije anteriormente, si la marea está subiendo y calculamos que nos cogerá el reparo mientras estemos navegando, podemos ir hacia dentro de la marisma. Si por el contrario está bajando la marea, podremos ir tranquilos hacia el castillo o La Barrosa.

Hacia la marisma.-

Si vamos a ir hacia la marisma, tendremos que evitar arrimarnos a los pantalanes del Puerto Deportivo y del Club Náutico. Como referencia, frente a los pantalanes del Club Náutico, suelen haber tres o cuatro barcos fondeados. Una vez salgamos de la rampa, nos mantendremos apartados del muelle y nos dirigiremos hacia ellos y cogerlos por fuera, pero pegados a ellos, nos protegerán algo y así no estaremos ni muy arrimados a los pantalanes ni en el centro de la canal.

En la siguiente imagen he rodeado con un círculo negro la fila de barcos del Club Náutico a los que me refiero en el párrafo anterior. La línea verde es la dirección que recomiendo. Si nos vamos a dirigir hacia la marisma, debemos ir por la situada a la derecha. Si queremos ir hacia Gallineras, deberíamos cruzar a la otra orilla para evitar pasar por el puerto.

He querido resaltar en rojo la zona de nuestra trayectoria que considero más peligrosas. La que está frente a la rampa por los motivos obvios de paso de barcos y la que está frente a la entrada del caño de Chanarro, por ser una zona de salida y entrada de los barcos de este Club. En esta zona, y una vez que hemos sobrepasado los muelles de hormigón del Club Náutico, parece que estamos libres de peligro, pero precisamente por aquí suele haber mucho tráfico de barcos, sobre todo pesqueros.


También he rodeado con círculos rojos (A, B y C) las tres zonas que para mí son las más peligrosas para los que son inexpertos y no tienen un manejo adecuado del kayak.

A. Cuando la marea está subiendo y tiene mucho coeficiente y por lo tanto hay mucha corriente, al salir de la rampa tienes que dirigirte inmediatamente al centro de la canal, para que esta misma corriente te lleve hasta la zona de los barcos fondeados del Club (rodeados en el círculo negro). Si por el contrario, sales pegado al muelle, la misma corriente puede meterte contra los atraques y barcos que están en el pantalán indicados en el círculo A, con el consiguiente peligro de vuelco y que la marea te arrastre hacia ellos.

B. Si la marea está bajando, con la corriente hacia fuera, tendrás la marea en contra. Cuando llegues al círculo B las dos corrientes que vienen de Gallineras y del caño de Chanarro, te empujarán hacia el pantalán de hormigón del Club Náutico, teniendo el mismo peligro que en el círculo A y volcar junto a este pantalán. En este caso, no te diriges contra él, sino que al avanzar poco, la corriente te empuja hacia ellos, y si no estás pendiente, tocarás con la popa del kayak y te darás cuenta tarde. Por tanto, recomiendo que, una vez llegado al final del pantalán de hormigón, continúes recto hacia delante y cruces el canal del Chanarro, por un lado evitas que la corriente te empuje y por otro te quitas del centro de la canal. Una vez en la bifurcación no corres peligro, pues ahí no hay corriente apenas. Lo mismo pasa cuando vuelves a la rampa después de haber estado por la marisma. Si te arrimas mucho al muelle, la corriente te empujará hacia él. Debes seguir la misma trayectoria dibujada pero en sentido contrario, y por supuesto, apartado siempre del muelle de hormigón.

C. Volvemos a lo explicado en el párrafo A anterior. Marea con mucho coeficiente y subiendo. Si la salida que has hecho no es del todo correcta, evitas el pantalán del círculo A, sigues pegado a los atraques y pasas entre los barcos fondeados del círculo negro y los pantalanes del Club Náutico, tienes todas las papeletas para meterte en la bocana que forman los pantalanes rodeados en el círculo C, corriendo el mismo peligro que lo descrito en el párrafo A.

Hacia el Castillo o Punta del Boquerón.-

Si nuestra travesía es hacia fuera, Castillo o La Barrosa, debemos tener en cuenta, como siempre, las mareas. Lo ideal es que nos coja la hora de la bajamar en la mitad del tiempo que preveamos que vamos a estar en el agua. Por ejemplo: si vamos a estar dos horas, lo ideal es que tengamos una hora de bajante para volver con la creciente. Este margen se puede modificar hasta hacer coincidir la hora de salida o llegada con la bajamar, pues en este momento no hay corriente ni a favor ni en contra.

Siempre debemos dejar libre la canal de entrada de los barcos. Esta canal es fácil de identificar pues están colocadas las boyas formando una línea imaginaria. Los barcos navegarán dentro de esta “carretera” y nosotros debemos ir por fuera de ellas, nunca por el centro y si las atravesamos, debemos parar y asegurarnos que no viene ningún barco.


Si no somos expertos, nunca deberemos ir hacia el castillo o Punta del Boquerón con un coeficiente alto de forma que la vuelta sea en contra de la corriente. Si desfallecen nuestras fuerzas, no podremos remontar el caño y podemos tener un buen sustito y encontrarnos más allá del Castillo. Normalmente, suelen pasar barcos que nos pueden echar una mano, pero no siempre los hay.

Debemos recordar que esto no es un juego, lo ideal sería que no hubiera corrientes, pero no es así y tenemos que adaptarnos a ellas y a nuestras posibilidades físicas.


A. Si a pesar de las advertencias nos vemos en la situación de que, cuando volvamos nos encontramos con la corriente en contra (dibujadas en líneas negras), debemos coger por las trayectorias dibujadas en verde. Si venimos del Castillo, debemos coger por la indicada en la trayectoria A, debiendo evitar el bajo nombrado Punta de las Piedras (comúnmente Isla de las Gaviotas) y dirigirnos hacia la Punta del Boquerón. Una vez allí, si vemos que nos flaquean las fuerzas, podemos bajarnos a tierra e ir andando por la orilla arrastrando nuestro kayak hasta estar dentro del caño. En la zona que está frente al poblado en la Punta del Boquerón no habrá corriente alguna y podremos navegar tranquilos.

B. Si venimos de la playa de La Barrosa y pasamos junto al espigón de piedras, debemos saber que en ese punto, la corriente es muy fuerte, si conseguimos pasarlo, deberemos ir paralelos a él y luego paralelos a la orilla (línea B).

C. Si no lo podemos remontar, no pasa nada si desistimos y nos dirigimos a la orilla justo detrás del espigón marcado con la línea C. Una vez allí, podemos: o esperar a que pase la marea (no recomendado si aún queda mucho tiempo), o arrastrar nuestro kayak hasta la otra orilla de Sancti-Petri pasando el espigón por tierra y continuar remando.

Cruzar el caño.-

Como ya hemos dicho anteriormente, para cruzar el caño, tenemos que atravesar por fuerza la canal de acceso de las embarcaciones. Aquí os vuelvo a recordar que la canal es una carretera y nosotros los peatones, deberemos asegurarnos bien que no viene ningún barco o que no vamos a molestarlos.

Si queremos dirigirnos justo enfrente y cruzar el caño en perpendicular, debemos tener en cuenta si la marea está en el reparo y no hay corriente, por lo que cruzaremos directamente sin ningún problema, o, si ya está la marea subiendo o bajando, tendremos corriente en un sentido u otro, en este caso, deberemos remar en diagonal y en contra de la corriente, para que esta misma corriente contrarreste nuestra dirección y nos lleve al punto deseado. En la siguiente imagen he dibujado en negro la dirección de la corriente y en verde la dirección que queremos tener para llegar al nuestro punto deseado. En rojo, el sentido en el que debemos remar, la corriente se encargará de abatirnos y desplazarnos lateralmente. Al final, llegaremos al punto deseado.


Los más inexpertos deben de tener en cuenta los barcos fondeados y tener la precaución de no ir contra ellos ni contra las boyas donde están amarrados, pues pueden provocar el vuelco al chocar contra ellos. Es más, en caso de chocar contra ellos, al tener los barcos las proas lanzadas, es inevitable asustarse porque van a golpear con la cabeza. La primera reacción es inclinar el cuerpo hacia fuera, pero la corriente empuja el kayak hacia dentro, por lo que el vuelco está asegurado. Éste es el principal motivo de vuelco en el caño de Sancti-Petri.

¿Cómo debemos actuar ante una situación así?. Es fácil, si calculamos que no vamos a cruzar por la proa del barco y dejar bastante distancia hasta la boya, lo mejor es frenar, dejarnos llevar por la corriente y pasarlo por la popa. Hay que saber que con mucha corriente, justo detrás de la popa de los barcos se forma una especie de “rebufo”, ahí la corriente no empuja y nos puede servir como lugar de descanso antes de continuar cruzando.

Hay una frase marinera que aprendí hace muchos años y no se me olvida, la cual aplico, no sólo cuando navego, sino en muchos aspectos de mi vida, y dice así:

"Está siempre vigilante,
y ten presente además,
si hay peligro por delante,
modera, para o da atrás"